domingo, 8 de abril de 2012

La conciencia vieja de una palmera

María Hilffer estuvo dos semanas en la cama.La palmera
que durante cuarenta años asomaba por los altos de su jardín había contraido una enfermedad incurable;sus palmas caían amarillas sobre el estanque y la cresta principal yacía tendida sobre el tronco agujereado de gusanos y larvas.Aquella noche había soñado con el río de la vega,una garganta grande flanqueada de adelfas y tierras rojas de arcilla.Al caer la noche el río se había crecido con las lluvias del día y había arrancado un enorme ficus que ahora llevaba violento en sus aguas.María miraba desconsolada las hojas del árbol arrancado que nerviosas eran hundidas por el río y nuevamente devueltas a la superficie."Una terrible muerte vegetal",habría dicho Kauffman el médico de las melancolías de la HIlffer.Sólo unos segundos duró la lucha del ficus en el lecho del arroyo,los suficientes para que la escritora se levantara bañada de sudor y con el corazón metido en una carrera inesperada.Entonces escribió con temblor los "Versos de un árbol que se ahoga",texto publicado en el libro "Canciones del insomnio",París 1984.Al amanecer llamó a Antonia Toscano que llegó rápida vestida de amazona,en el carcaj cien flechas de acero con las que asaeteó a la palmera enferma que cayó demolida y elegante sobre el jardín de la escritora.Bebieron absenta hasta el atardecer,se vistieron de gasa descalzas sobre el tronco tendido y los dátiles repartidos en la tierra.El médico Kauffman significaría años mas tarde la importancia de esta decisión en la superación de la crisis de tristeza que había sufrido la escritora y abundó en el hecho decisivo de un grito que lanzaba Toscano mientras lanzaba flechas hacia el árbol"Toma corazón,toma corazón,toma corazón..".El propio Jgonzález desconoce si el poema de MH "El corazón de la palmera"tiene que ver con esta escena o acaso con el sueño del ficus ahogado,o con la repentina aparición de una Antonia Toscano que trajo una madicina exacta-las flechas- fruto de una certeza concebida despues del relato de un sueño.Si MH escribió en El corazón de una palmera"me había acostado para no volver del sueño/pero el grito de una palmera caida/me ha devuelto al insomnio caliente de la tarde/a tomar un café sereno con mi sombra/a ver tranquila como se ahogan/ las hojas de los árboles ciegos",¿alguien podrá dudar de la importancia de este suceso en este poema?.Kauffman desde luego no,los árboles tampoco dudan de su importancia en el origen de la tristeza.

1 comentario:

  1. La vieja palmera tiene el corazón carcomido y calcificado de lluvias, tiempo y termitas. María sueña dormida y despierta, el dolor del corazón de una madre que presiente la pérdida de un hijo pródigo. Cuando el viento entre los árboles esparce el rumor de la tristeza, es difícil trazar la línea que separa el sueño de la vigilia.

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